Los hijos son un reflejo del modelo de usuario digital de los padres. Debemos tener una posición definida en relación al uso de la tecnología, para guiar a nuestros hijos en el camino de ser ciudadanos digitales responsables.
Cada familia debe hacer explícitas las reglas de uso, teniendo claro que los padres son los modelos que los hijos van a seguir.
Tenemos que entender que el tema no pasa por la cantidad de horas, sino por lo que se realiza con los dispositivos electrónicos. Es distinta la valoración del tiempo frente a las pantallas según la actividad que están desarrollando y llevando a cabo.
Lo preocupante es cuando la alta exposición de tiempo con los dispositivos electrónicos va en detrimento de horas para actividades como: estar al aire libre, practicar deportes, jugar con juguetes o juegos de mesa, estar con amigos, así como participar de salidas o momentos familiares.
Sin embargo, en pandemia, estar conectados les permite aprender, jugar, socializar y acceder a información de su interés.
Recomendaciones para un uso responsable de la tecnología
A continuación, compartimos con ustedes algunas recomendaciones prácticas para proteger a nuestros hijos y fomentar un uso seguro, sano y responsable de la tecnología:
- Es decisión de la familia qué redes sociales tienen los hijos. Los padres debemos estar al tanto de los contenidos que comparten los niños y adolescentes.
- Familiarizarse con el funcionamiento de nuevas tecnologías, redes sociales y videojuegos. Mientras más sepamos, mejor podremos proteger y orientar a nuestros hijos para navegar de forma segura.
- Acordar con nuestros hijos la cantidad de tiempo que pueden estar conectados, el tipo de información personal que pueden compartir y las páginas, redes sociales y juegos a los que pueden o no acceder.
- Decidir como familia qué controles parentales vamos a utilizar. Estos son aplicaciones que permiten saber qué fotos, comentarios y contenidos suben los hijos, si navegan más horas de lo acordado, etc.
- Fomentar desde temprana edad ciertas reglas: que seamos los padres quienes abramos las cuentas, conozcamos las contraseñas y seamos aceptados como contacto en sus redes sociales. Acordar qué se va a compartir y qué información personal se va o no a revelar. Tener los dispositivos electrónicos en un lugar común de la casa y no dormir con estos dispositivos en el cuarto. Involucrar a los hijos en las conversaciones y en las decisiones, sobre todo a los más grandes.
- Como padres, debemos estar familiarizados con los sistemas de clasificación, revisar las propuestas y recomendaciones nos permitirán estar al tanto del contenido que están consumiendo.
- Fijar límites de tiempo, incorporarlos en la decisión: qué días, a qué hora. Para disminuir el tiempo de pantallas, debemos aumentar el tiempo fuera de ellas con actividades motivantes.
- Debemos conocer con quién interactúan nuestros hijos y entrenarlos en identificar comportamientos sospechosos.
- El manejo de límites se hace según la edad. En las edades preescolares y primera etapa les debemos anticipar que tienen un principio y un fin, tener una alarma, planear el final. Con preadolescentes y adolescentes, hay que combinar los límites y autonomía.
- Enseñarlos a crear una contraseña robusta.
- Configurar las opciones de privacidad y seguridad, restringir el rango de acción con los más pequeños.
- Enseñarlos a denunciar y reportar.
- Recordar proteger las horas de sueño, deben dormir lo suficiente para preservar la salud física y mental
- Entrenarlos en normas de cortesía en línea o Netiquetas.
- Dejarlos compartir con nosotros sus pasiones, hablar mucho, de esa manera fortaleceremos el vínculo. Mantener un diálogo abierto con ellos acerca de lo que hacen en línea, con quién se comunican y cómo, qué deben hacer para mantenerse seguros, cómo su comportamiento y comentarios pueden afectar a otros.
- Hacerles sentir que cuentan con nosotros si están ante algún peligro.
- Establecer momentos de conexión familiar.
- Enseñarles a pensar antes de postear.
Los padres estamos llamados a formar ciudadanos digitales responsables
Como padres, estamos llamados a acompañar a nuestros hijos a aprender a identificar los riesgos detrás del uso de las tecnologías, redes sociales y videojuegos.
Debemos supervisar lo que hacen, lo que publican, identificar situaciones de acoso, en fin, protegerlos y que logren internalizar que el manejo en lo presencial no puede ser distinto al digital: “mi comportamiento debe ser el mismo dentro y fuera del mundo virtual”. Si queremos formar ciudadanos integrales, debemos tomar en cuenta que nuestros hijos también deben ser ciudadanos digitales responsables.
Hay cosas que nos prenden la luz roja, debemos poner límites cuando veamos que una actividad reiterada impide o desfavorece otra. Estamos llamados a cumplir un rol activo para regular el vínculo de nuestros hijos con la tecnología.
Debemos hablar constantemente del tema con ellos, tener reglas claras y no negociables en cuanto a las restricciones, no sentirnos culpables y recordar que los límites son para fomentar y fortalecer el desarrollo psicológico y cognitivo de nuestros hijos, así como una mayor salud mental y autoestima.
El sentido común es nuestro mejor aliado en la crianza de nuestros hijos. Vamos a guiarlos para que el uso de la tecnología sea algo que sume a sus vidas y ocurra en el entorno más seguro posible.
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Referencias Bibliográficas