Cuando nos preguntamos si es importante establecer límites a nuestros hijos, en muchas ocasiones nos vienen a la mente palabras como represión, castración, restricciones, castigos. Esto nos hace dudar de la pertinencia de nuestra decisión de empezar a marcar estos límites.
Nuestro amor hacia ellos nos impulsa a complacer sus deseos y es importante que nos detengamos a pensar si esos deseos, grandes o pequeños, les permiten crecer o, por el contrario, les hacen daño en un momento determinado.
En tal sentido, la realidad es que marcar límites a nuestros hijos, tal como en la vida misma, significa establecer normas claras de comportamiento, necesarias para una sana convivencia dentro del ambiente familiar y en los diferentes espacios donde hacemos vida.
Cuando entendemos que las reglas y normas son la manera consensuada de aplicar los límites en la práctica y de organizar la convivencia familiar y social, les quitamos la connotación negativa y las vemos como aliadas.
¿Cuándo es el momento adecuado para establecer límites a nuestros hijos?
Es importante establecer límites de comportamiento claros desde el nacimiento de nuestros hijos. De esta forma, aprenderán a adaptarse a las reglas de cada contexto, sabrán cómo deben comportarse en casa, en la escuela, en el parque, lo que les proporcionará seguridad para enfrentarse al mundo.
Educar a nuestros hijos con criterios claros desde la primera infancia les ayuda a tener un orden y una estructura en su vida diaria. Además, les permite desarrollar un sentido de coherencia y responsabilidad. Esto equivale a ofrecerles herramientas emocionales para toda la vida, ya que les ayudará a formarse como personas respetuosas y empáticas.
Ventajas de establecer normas claras en la casa y en la escuela
Cuando los límites son consistentes y estables los niños y adolescentes saben si su conducta es adecuada o no. También saben qué consecuencias tiene el incumplimiento de una norma. El establecer reglas les hace sentir seguros y protegidos porque saben que cuentan con alguien que les guía en su aprendizaje.
Entre las herramientas emocionales que brinda a los niños y adolescentes el contar con unos límites adecuados y claros están: la convivencia armónica con los demás, la seguridad en sí mismos, la autoestima, la tolerancia a la frustración, la voluntad y el respeto a los derechos de los demás.
Consecuencias de no establecer límites claros de comportamiento
Por otro lado, los niños que crecen sin límites se convierten en personas caprichosas, impulsivas e impacientes. Experimentan emociones muy negativas cuando algo no sucede a su gusto.
Tanto los niños como los adultos sin límites, disciplina o normas adecuadas de comportamiento no saben recomponerse ante la adversidad y sufren en exceso. Además, su conducta es tolerada cuando son niños pequeños, pero a medida que crecen este comportamiento les trae innumerables frustraciones, rechazo e inestabilidad emocional.
Pero, ¿cómo establecer límites a mis hijos?
En las siguientes entregas de El Blog de IEA seguiremos ampliando este interesante tema que nos da herramientas e ideas para que la crianza de nuestros hijos sea un camino de aprendizaje compartido, de logros, avances y desarrollo, para la formación de seres humanos de bien, felices y con un futuro prometedor. ¡No te lo pierdas!
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Investigación: DAP
Redacción: CETIC
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